¿Por qué la revocatoria?
El poder en manos del ciudadano no es solo un atributo, es además una facultad que tiene para ejercerlo
Por Francisco Miró Quesada Rada
El poder en manos del ciudadano no es solo un atributo, es además una facultad que tiene para ejercerlo
Por Francisco Miró Quesada Rada
Fuente: http://www.elcomercio.com.pe/Edicionimpresa/Html/2008-09-29/por-que-revocatoria.html
La democracia, desde que fue creada por los atenienses significa 'poder del pueblo' (demos: pueblo, cratos: poder). En consecuencia, el pueblo es el poseedor del poder, su titular.
El poder no es solo un atributo o una relación social, es además una facultad que tiene el individuo para ejercerlo. No se consigue nada con poseer poder sin ejercerlo, por eso cuando las democracias comenzaron a reducirle el poder a la monarquía, hasta dejarla sin ninguna capacidad de ejercicio, surgió la famosa frase "reina pero no gobierna". En consecuencia, el pueblo no solo debe poseer poder sino ejercerlo.
Existen dos formas de ejercer el poder en la democracia moderna. A través de los representantes o directamente. No son dos democracias distintas. La representativa y la directa constituyen modalidades de ejercicio del poder perfectamente compatibles. Lo que sucede es que en la directa, llamada también participativa, el ciudadano ejerce el poder sin intermediación.
Son diversas las instituciones de la democracia directa y entre ellas se encuentra la revocatoria, considerada un derecho que tiene el elector de remover a una autoridad elegida antes de que concluya el período de su mandato. Cuando estudiamos la legislación extranjera vemos que la revocatoria varía en cada país y depende tanto de la realidad como de las contingencias políticas en una sociedad.
En Estados Unidos se llama 'recall'. Funciona en algunos estados de la Unión Americana, condados y distritos. En América Latina las autoridades pueden ser revocadas en el Perú, Colombia, Cuba, Venezuela y el Ecuador, pero no todas.
Las constituciones de Venezuela y del Ecuador reconocen la revocatoria del presidente de la República. En el proyecto constitucional boliviano, la revocatoria se aplica para todas las autoridades, pero no existe un artículo específico que se refiera al presidente de la República.
Un grupo de ciudadanos ha planteado la revocatoria del presidente en nuestro país. Es una propuesta política y democrática, como muchas otras, por ejemplo la de los congresistas. Pero para que proceda se tendría que reformar la Constitución, porque de acuerdo con nuestro ordenamiento constitucional, solo pueden ser revocadas las autoridades regionales y municipales.
Ha causado preocupación esta propuesta argumentándose que puede generar inestabilidad política y afectar la gobernabilidad. Sin embargo, para lograr un equilibrio entre el poder del pueblo y el poder del presidente, la solución a mi modo de ver es que se establezcan causales, de esta manera el presidente solo podrá ser revocado en caso que incumpliera esas causales. Así como las autoridades tienen límites en el ejercicio del poder, también el ciudadano debe tenerlos.
La democracia, como hace tres siglos sostenía Montesquieu, es un sistema de "pesos y contrapesos". Se basa en el equilibrio de poderes para evitar la tiranía de un poder sobre otro u otros.
La racionalidad de este equilibrio radica en la ley y si una ley obedece a criterios de justicia, es decir de simetría, todo ciudadano, sea autoridad o no, debe respetarla.
La democracia, desde que fue creada por los atenienses significa 'poder del pueblo' (demos: pueblo, cratos: poder). En consecuencia, el pueblo es el poseedor del poder, su titular.
El poder no es solo un atributo o una relación social, es además una facultad que tiene el individuo para ejercerlo. No se consigue nada con poseer poder sin ejercerlo, por eso cuando las democracias comenzaron a reducirle el poder a la monarquía, hasta dejarla sin ninguna capacidad de ejercicio, surgió la famosa frase "reina pero no gobierna". En consecuencia, el pueblo no solo debe poseer poder sino ejercerlo.
Existen dos formas de ejercer el poder en la democracia moderna. A través de los representantes o directamente. No son dos democracias distintas. La representativa y la directa constituyen modalidades de ejercicio del poder perfectamente compatibles. Lo que sucede es que en la directa, llamada también participativa, el ciudadano ejerce el poder sin intermediación.
Son diversas las instituciones de la democracia directa y entre ellas se encuentra la revocatoria, considerada un derecho que tiene el elector de remover a una autoridad elegida antes de que concluya el período de su mandato. Cuando estudiamos la legislación extranjera vemos que la revocatoria varía en cada país y depende tanto de la realidad como de las contingencias políticas en una sociedad.
En Estados Unidos se llama 'recall'. Funciona en algunos estados de la Unión Americana, condados y distritos. En América Latina las autoridades pueden ser revocadas en el Perú, Colombia, Cuba, Venezuela y el Ecuador, pero no todas.
Las constituciones de Venezuela y del Ecuador reconocen la revocatoria del presidente de la República. En el proyecto constitucional boliviano, la revocatoria se aplica para todas las autoridades, pero no existe un artículo específico que se refiera al presidente de la República.
Un grupo de ciudadanos ha planteado la revocatoria del presidente en nuestro país. Es una propuesta política y democrática, como muchas otras, por ejemplo la de los congresistas. Pero para que proceda se tendría que reformar la Constitución, porque de acuerdo con nuestro ordenamiento constitucional, solo pueden ser revocadas las autoridades regionales y municipales.
Ha causado preocupación esta propuesta argumentándose que puede generar inestabilidad política y afectar la gobernabilidad. Sin embargo, para lograr un equilibrio entre el poder del pueblo y el poder del presidente, la solución a mi modo de ver es que se establezcan causales, de esta manera el presidente solo podrá ser revocado en caso que incumpliera esas causales. Así como las autoridades tienen límites en el ejercicio del poder, también el ciudadano debe tenerlos.
La democracia, como hace tres siglos sostenía Montesquieu, es un sistema de "pesos y contrapesos". Se basa en el equilibrio de poderes para evitar la tiranía de un poder sobre otro u otros.
La racionalidad de este equilibrio radica en la ley y si una ley obedece a criterios de justicia, es decir de simetría, todo ciudadano, sea autoridad o no, debe respetarla.
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